Richar Gans fue un austriaco que
vino a España en 1874 como representante de varias compañías de artes gráficas.
En el año de 1.878 se independiza y funda una empresa importadora dedicada
fundamentalmente a la venta de maquinaria de impresión, tipos de letras y otros
productos relacionados con las artes gráficas. Tres años más tarde, en 1.881,
decide crear una fundición tipográfica al objeto de poder servir los tipos con
mayor rapidez.
El primer taller lo instaló en el
número 10 de la calle de Campomanes (Madrid) trasladándose al poco tiempo a la
calle de Villanueva número 22 y posteriormente, en 1.886 a un edificio de dos
plantas situado en el número 63 de la Calle de la Princesa. Posteriormente, en
1911 construyó una nave en la calle de Altamirano número 5. Esta nave estaba
comunicada interiormente con el edifico de la calle de la Princesa contando con
una superficie de aproximadamente 2.000 m2 en la que trabajaban cerca de 170
trabajadores.
Richard Gans estuvo al frente de
la compañía hasta su muerte en 1925. Después sus hijos Ricardo, Manuel y Amalia
tomaron la dirección de la empresa, pero los dos varones fueron asesinados al
comienzo de la Guerra Civil y siendo la empresa colectivizada por el sindicato
anarquista CNT. Al terminar la contienda Amalia recuperó la propiedad y tomó la
dirección de la empresa, manteniéndose al frente de ella hasta su cierre en
1.975.
La nave de la calle de Altamirano
fue diseñada por el arquitecto Luis López López. Su fachada, de ladrillo
revocado, es claramente modernista y muestra de forma bastante clara la
disposición interior de la nave. Sus cuatro grandes pilastras se corresponden
con los dos muros laterales y con los dos pórticos longitudinales que están
realizados en estructura metálica. La imposta bajo los ventanales superiores se
corresponde con el nivel de una galería perimetral que se apoya en los pórticos
longitudinales y en los muros laterales. Los grandes ventanales anuncian un
gran espacio interior que además está perfectamente iluminado no solo por estos
ventanales sino también por unos grandes lucernarios situados en la cubierta.
En el frontón superior de tipo curvo está escrito con caracteres modernistas;
“Richard Gans Madrid”. Al nivel de la acera hay una puerta central para
vehículos y otra más pequeña para entrada de personal.
Es posible que, a alguien que sea
bastante más joven que yo, le llame la atención que una nave industrial se
edificara en el barrio de Argüelles, casi en el centro de Madrid. Para quien
desconozca el porqué habría que decir que en aquella época Madrid se acababa en
el Paseo de Moret, solo unos metros 200 m. más hacia el Oeste, es decir estaba
casi en las afueras. Además, también había bastante industria en la zona de
Delicias, Pacífico, Legazpi, Peñuelas, etc.
todas ellas dentro del anillo que forma la M30.
Tan cerca estaba de las afueras
que, cuando de 1936 a 1939 fue asediada Madrid por las tropas franquistas, la
línea del frente le cogió muy cerca. Ese barrio fue de los que más sufrieron
los bombardeos y milagro debió ser que no fuera dañada como la Iglesia del Buen
Suceso en la calle de la Princesa o las oficinas y almacenes de Editorial
Hernando (conocida por la calidad de sus recortables) sita en la calle del
Tutor. La pena es que lo que no consiguió la guerra quizá lo consiga la
dejadez, puesto que la nave actualmente está cerrada y sin uso quizás a la
espera de que alguien la compre para derribarla y edificar viviendas.
La calle de Altamirano durante la guerra civil |
Al final de esta entrada hay un enlace para poder descargarse los dibujos en escala N correspondientes a esta nave, así como sus instrucciones de montaje. Se trata de un bajorrelieve de solo 25 mm de fondo por lo que es bastante adecuada para una zona industrial situada al fondo de una maqueta o para un módulo de esta temática. Mide 105 mm de ancho y su altura máxima es de 79 mm. He procurado darle el mayor realismo posible y todas sus molduras, pilastras, cornisas, etc son en relieve a base de ir pegando pequeñas tiras unas sobre otras. A pesar de todo su montaje no es excesivamente complejo.
Maqueta de la nave de Richar Gans. Foto: P H M |
Como advertencia de tipo general se aconseja que los recortables sean realizados por personas mayores de 14 años, o por menores acompañados, por los riesgos que entrañan las tijeras, el cúter y el pegamento, así como por tener piezas de tamaño bastante pequeño que pueden ser tragadas fácilmente.
Y por último agradecería a quienes se descarguen el recortable que me hagan llegar fotos del mismo una vez montado.
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