Los pegamentos, colas, gomas o
adhesivos, que de todas estas formas se llaman, son junto con el papel los
elementos fundamentales de un recortable; bueno, mejor dicho, de casi todos los
recortables pues han existido algunos en que las piezas se encajaban unas con
otras por medio de unas pestañas, de forma similar a como se construían los
coches y los trenes de hojalata.
Mis primeros recuerdos son para
el Pegamín, un adhesivo que venía en tubo y que probablemente yo nunca he usado,
pero que recuerdo perfectamente su nombre pues mi madre siempre pedía Pegamín
aunque luego le dieran un tubo de Imedio. Por si alguien piensa que ese
producto no ha existido nunca, pongo dos carteles bastante curiosos, uno en
plan chistoso en el que el gato ha organizado un buen estropicio. El otro es
bastante incorrecto para la época actual pues hoy casi nadie pegaría unos
azotes a un niño por romper un juguete.
El pegamento que más usé cuando
era un chaval, para armar recortables o pegar cromos en un álbum, fue el
Pegamento Imedio. Han pasado ya muchos años pero sigo recordando de manera muy
nítida su olor y su sabor picante si te lo acercabas a la lengua.
Este adhesivo nació en el año
1935 en Calzada de Calatrava (Ciudad Real) y fue creado por Gregorio Imedio a
base de disolver celuloide con acetona. Terminada la guerra civil fundó en
1944, junto con su cuñado Pedro Ciudad, la empresa Productos Imedio y empezaron
a fabricarlo y comercializarlo. Se supone que los comienzos serían difíciles
pero poco a poco fueron aumentando la producción hasta alcanzar la cifra de
unos 80.000 tubos diarios.
Productos Imedio fue vendida en
los años 90 del siglo pasado a Bison Internacional, empresa que forma parte del italiano Bolton Group, el
cual también es propietario de la firma alemana UHU. En la actualidad no sé si
se si el producto sigue produciendo en Calzada de Calatrava o si se fabrica en
Alemania y se utilizan las instalaciones existentes como centro logístico.
Este tipo de pegamento, además de
sus usos clásicos, es muy utilizado en aeromodelismo y hay bastante gente que
lo usa para construir sus maquetas. Yo, a pesar de los gratos recuerdos que me
trae, no lo utilizo y prefiero utilizar la cola vinílica como adhesivo de tipo
general.
Bueno, dejémonos de historias y
comencemos con los pegamentos para confección de maquetas. Lo que voy a contar
es mi experiencia con ellos, lo cual significa que en ningún caso quiero
pontificar y no deseo que nadie tome mis opiniones como dogma de fé. Lo único
que si quiero dejar muy claro es que los adhesivos son como el juego de las
siete y media; que o no llegas o te pasas.
Yo utilizo tres tipos de
pegamentos; los que vienen en barra, los vinílicos y el cianocrilato. Veámoslos.
Pegamento en barra.
Los uso única y exclusivamente
para pegar los dibujos impresos en papel fotográfico sobre la cartulina del
espesor que corresponda. Es un pegamento relativamente fácil de aplicar pero
tiene un gran inconveniente y es que tienden a despegarse, principalmente por las
esquinas, en cuanto pasa un poco de tiempo. Creo que he probado ya todas las
marcas existentes en el mercado y todas presentan el mismo problema. La
solución que he encontrado es pasarme y mucho, cuando lo aplico sobre la
cartulina. Nada de una pasadita o dos, cinco o seis como poco, hasta que veamos
que se ha formado una buena capa. Colocamos encima la pieza a pegar,
presionamos con los dedos sobre todo el perímetro y alisamos la zona central.
Mano de santo.
Como sustituto al pegamento en
barra se pueden utilizar los que vienen en spray. Pegan muy bien pero son
bastante más caros y además no me gusta utilizarlos en el interior de casa.
Cola vinílica
También se denomina cola blanca o
cola para madera y viene en botes grandes de plástico o en pequeños envases con
un aplicador en forma de cono al cual hay que cortarle su extremo. Lo venden en
todos los sitios, desde grandes superficies hasta pequeñas papelerías pasando,
como no, por las tiendas de los chinos.
Es una cola de gran poder de
adherencia y las piezas pegadas no tienden a despegarse por mucho tiempo que
pase. Además es algo flexible y podemos forzar las piezas ya unidas casi sin
riesgo de romper la unión. Es soluble en agua y la limpieza de cualquier
utensilio se realiza fácilmente con agua caliente.
Con este adhesivo es mejor
quedarse corto en su aplicación que pasarse pues en este último caso el
pegamento sobrante nos rebosará por los bordes de las piezas a unir, con lo que
habrá que limpiarlo y posiblemente manchemos el modelo y aunque dicen que es
transparente realmente no es así; si es una bolita lo que ha rebosado está
acabará tomando un color blanco y si se trata de una capa fina sí que es
transparente pero según el ángulo de visión que tengamos parecerá una mancha.
De todas formas eso desaparece si después de acabado el modelo lo barnizamos
con barniz mate.
Alfileres tipo bonis |
Una de las características
peculiares de este pegamento es su forma de comportarse según el paso del
tiempo. Si juntamos las piezas nada más haberlo aplicado las podremos mover, durante
unos tres o cuatro segundos, para encontrar su situación exacta. Si dejamos
secar un poco el pegamento se comportará casi como una cola de contacto siendo
imposible mover las piezas.
Lo peor que podemos hacer para
untarlo sobre las piezas a unir es valerse del aplicador cónico
que forma parte del envase pues con él es prácticamente conseguir un chorro
uniforme. Lo mejor es utilizar un pincel pequeño (unos 2 mm de diámetro) o un
boni (también llamado alfiler de novia). Hay gente que utiliza un palillo pero
el problema es que la cola se adhiere a la madera cosa que no le pasa al acero
del alfiler ni a las cerdas del pincel, aunque en este caso hay que lavarlo de
vez en cuando.
Pegamento Colaliquid |
Antigua publicidad de Casa Reyna |
Cortesía de Anne Peak de FINE TIPS |
Tanto las colas vinílicas como los pegamentos en barra, a pesar de ser transparentes dejan manchas en cuanto seamos poco cuidadosos (y aún siéndolo) La solución para eliminar esas pequeñas manchas es frotarlas con un pequeño pincel de cerdas mojado en agua cuidando de no empapar demasiado el modelo. También, y sea un poco guarrearía, pueden limpiarse frotando con el dedo mojado en saliva.
Cianocrilatos
Son auténticos pegatodo y se han
impuesto en el mercado de los pegamentos de tipo general pudiéndolos encontrar
hasta en los supermercados. Su poder de adherencia es muy alto pero tienen el
inconveniente de que las uniones son frágiles. Yo los utilizo únicamente para
pegar a mis maquetas objetos de acero o de plástico o para construir pequeñas piezas de acero como la escalera de la fotografía.
Escalera pegada con cianocrilato |
Existen multitud de marcas en el
mercado y creo haberlas probado casi todas habiéndome dado resultados
similares. Mi consejo es comprar el más barato pues va a pegar igual.
El cianocrilato es instantáneo
pero no tanto. Cuanto más pegamento apliquemos más tardará en realizarse la
unión, es decir, si no queremos estar un buen rato sujetando la pieza expuestos
a que se nos mueva lo mejor es ser parcos a la hora de su aplicación.
Para deshacer la unión tendremos que utilizar un
cúter pues si tiramos corremos el riesgo de que las piezas partan por cualquier
sitio excepto por la unión. En algún sitio he leído que la solución es meter la
pieza en el congelador pues el frío debilita la unión y la rompe. La verdad es
que no lo he probado.
1 comentario :
Muy buen post sobre los distintos tipos de pegamento. Yo cuando realizo maquetas siempre uso la cola vinílica aplicándola con un alfiler, y de momento creo que los resultados son buenos. Tengo que probar los pegamentos cianocrilatos a ver que tal. Un saludo!!
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